Stand by me... tonight ..::Nixon - Ins::..

El cansancio ya empezaba a notarse en su rostro, por alguna razón estaba contenta pero no estaba feliz, no entendía el motivo, tal vez la nostalgia de los recuerdos que invadían su mente, de muchas cosas que no fueron, de algunas que perdió, se sentía vulnerable y no tan fuerte como hacía ver, había dejado ir a Molly, y se había prometido junto con Bonnie el romper de una vez por todas ese lazo melancólico, y por eso sonrió a la nada, simplemente mirando al firmamento en el jardín de la casa bithaen; la música apenas se alcanzaba a distinguir, estaba sonando una balada y ella bebió la melodía con los ojos cerrados, mientras el viento jugaba con su castaña cabellera.

Una presencia cercana, un perfume masculino muy conocido por ella, sabía de quién se trataba, de aquella persona con la que se sentía cómoda, serena, quien le brindaba esa estabilidad ya que últimamente sentía que el suelo estaba chueco, se giró lentamente abriendo sus ojos en el cual se notaba un brillo, haciendo notar el verde que se escondía tras esa espesa capa café —Señor Redexmort, ¿sería tan amable de concederme esta pieza?le preguntó acercándose a él, intercambiando un poco los papeles, ya que la primera vez que ambos bailaron juntos había sido en un ambiente muy similar, ambos en el jardín de su casa, pero en esa ocasión había sido él quien le había invitado

La música era tan cálida que podía recibirla cual planta se alimenta de fotosíntesis, era curioso que se sintiera así cuando verdaderamente era un sujeto no muy adepto a formalidades, pero que había aprendido a soportarlas en lo que llevaba de su vida. Mero compromiso, responsabilidad y protocolo, ¿Qué más podía hacer más que morderse las ganas de rehuir de encuentros de ese tipo? Lo único que siempre le mantenía de pie y tranquilo era la compañía, la cuál sin duda en ese momento era suficiente para sentirse pleno en una noche tan concurrida como lo era ese evento.

En lo que llevaba con ella había notado aquella expresión apacible y melancólica que no dejaban de enfocar sus ojos. La conocía perfectamente como para reconocer de un modo muy fácil cómo podía variar su estado de ánimo, pero se negaba a preguntar para no resultar impertinente. Se supone que era una noche de diversión y no podía opacarla con motivos innecesarios que podían ser entablados en otro momento. Rió a ante la petición de la fémina a penas ésta se acercó a él y no pudo evitar curvar una amplia sonrisa en su rostro. Sí, también fue capaz de recordar las noches de baile junto a Emma, habían compartido tantas fiestas formales juntos que no podía negar las imágenes que se disparaban en su consciente. —Acepto. —respondió sereno, acercándose a la mujer y sujetando con suavidad su cadera con su diestra, a la par buscaba el otro extremo, su mano, para sujetarla junto a la suya. —¿Sucede algo? —se atrevió a preguntar casi como un susurro cuando la tuvo más cerca y había comenzado a moverse lentamente intentando retomar el compás de la melodía.

Suspiró profundamente aspirando aquel aroma masculino que tanto le gustaba, apoyó su cabeza en el hombro de él, ya que gracias a su altura y los centímetros que le agregaban sus tacones podía hacerlo, se sorprendió un poco, pues antes apenas y lograba llegarle un poco más abajo que eso. Se aferró a él, a su toque, su abrazo, y por un momento se permitió olvidarse de todo, sin embargo la pregunta por parte de él la sacó de su trance y sólo guardó unos segundos en silencio en responder, estaba tratando de darle respuesta a esa pregunta en su cabeza —A veces...— tardó unos segundos en reorganizar sus pensamientos —A veces, sólo te das cuenta de lo mucho que has crecido y que ahora las cosas son de otra forma— empezó a responder retirando su cabeza del hombro de él para poder observarle —Que no todo lo puedes conseguir, que simplemente pueden marcharse y dejarte ahí, con un montón de sentimiento guardado, con palabras que quisiste decir, pero siempre hallabas otra cosa, o solo el orgullo no te dejaba sacarlas— agregó observándole, quería encontrar respuestas, y en esos momentos se sentía pequeña, una vez más.

Suspiró nuevamente, la canción había cambiado, internamente agradeció a Lena y Mithian que contratasen un buen grupo, le gustaba lo que escuchaba, frunció un poco el ceño —A veces quiero comenzar de cero olvidando el pasado, pero mi memoria no me deja— sonrió un poco al final, quería decir muchas cosas, quería poder a llegar expresarle a él todo lo que le hacía sentir, pero no sabía si eso la hacía vulnerable, el expresar con palabras lo que sentía nunca fue su fuerte, y además estaba su orgullo por otra parte —¿Sientes algo por Aimée?— preguntó de repente, temiendo un poco la respuesta

Cuando el contacto fue recíproco Nixon dejó descansar sus labios sobre la cabellera femenina y depositó un suave beso quizás incluso imperceptible. Le quería dar apoyo en sea lo que fuera tuviera la mujer en su cabeza en esos momentos y la mantenía en esa fuera de órbita. Si bien admitía que el tiempo transcurrido desde su antigua relación era muchísimo y que las cosas inevitablemente se habían destrozado de una u otra forma —por definirlo de algún modo— habían sensaciones de su parte que inclusive necesitaba o anhelaba y le hacía imposible no perder ese cariño, apego, interés y atracción hacia la Bithaen. Es por ello que desde tuvo el nuevo contacto con ella se negó a alejarse, sino todo lo contrario. ¿Problemas con River? los tendría siempre y si era sincero, ya básicamente no le interesaba.

No supo interpretar las palabras femeninas, aseguraba que eran parte de los sucesos que había vivido en la universidad y que le llegaban a su cabeza con nostalgia en un fin de año como cualquiera. Quizás podían ser más fuertes e importantes, pero seguían convirtiéndose en esos remordimientos depositados en la consciencia. —No vale mucho arrepentirse. —contestó a sus palabras, buscando un consenso calmo y selectivo. —Pero también debes admitir que si consideras esas experiencias es una buena razón para pensar que sí estás creciendo efectivamente. —tomó un poco de aire. Sí, quizás el que fuera mayor le hacía también hablar como uno, pero no evitaba tomar en cuenta los pequeños aspectos y dar consejos. Después de todo no es que él haya tenido una vida muy fácil como para no tener fundamentos. —Y también aprendiendo.

Entrelazó sus dedos con los de la fémina sin retirar la posición en la que estaban, amoldándose a la nueva melodía a penas ésta dio inicio. Tensó su mandíbula ante la nueva interrogante de la mujer y se mantuvo un tanto en silencio. Aimée repitió en su cabeza como si no hubiese captado bien la pregunta en primera instancia. ¿Cuál era el interés? Su mirada rodó a la de las parejas, buscando en algún lado la respuesta que le costaba encontrar en su propia cabeza. —Aimée es mi mejor amiga. —lanzó de pronto, demasiado silencio acababa incomodándole, más aún si nacía por su culpa. —...Nada más. —¿seguro? se cuestionó. Pero sí, lo estaba, eso habían acordado, ¿...no?, no importaba si lo estuviera o no, las respuestas se habían puesto tan bien sobre la mesa entre ellos que casi lo seguía como regla primordial. Aunque a veces —muchas veces— no estuviera de acuerdo. Tragó saliva y sonrió divertido, alzando una ceja. —¿Por qué te interesa saber si siento algo por ella?

Cerró los ojos ante el contacto de los labios de Nixon sobre su cabeza, un suspiro involuntario brotó de sus labios, uno más de tantos que habían escapado, era fácil estar con él, siempre había sido así. Escichó antentamente cuando él respondía a cada una de sus reflexiones, y allí observándoli de cerca se dio cuenta de una cosa, ni quería perderlo, no importaba que sus amigos no le gustase para ella, pero era su vida, sus sentimientos, sus decisiones.

La respuesta de él sobre Aimée no supo como tomarla, era muy perceptiva y para nada tonta, y aunque él negara con sus palabras que existiése algun sentimiento romántico, sus expresiones eran contrariadas, como si realmente él no supiera esa respuesta. Asintió y calló ante la pregunta de vuelta, no sabía que responder, o talvez si —Qué sientes por mi? — preguntó en respuesta, mientras el balanceo de sus caderas se mecían al compás de la suave música, con los pasos guiados por él, le observó directamente a los ojos, queriendo saber que emociones cruzaban por éstos

No obtuvo respuesta a su pregunta, por lo que optó por regresar al silencio. Le inquietaba de cierta forma que la bithaen se encontrase envuelta en tantas interrogantes, pero era poco lo que él podía hacer por ello, más que aguardar a que su boca expresase lo que tuviese que decir, sin tener que obligarla a hacerlo, sino más bien ser paciente. No dejó de seguir el compás, por más que la melodía cambiase, intentaba retomarla como fuera posible, teniendo en cuenta el vaivén en conjunto con la mujer, sin perder el ritmo que se debía hacer de a dos.

Pero Emma entonces decidió regresar con una nueva pregunta, la cuál dejó a Nixon un tanto ensimismado tanto en sus pensamientos como propias entrañas. No, no podía preguntarle algo de ese tipo porque él no sabría qué decir. No porque le faltasen las palabras para expresarse o porque fuese alguien en demasía tímido respecto a esos asuntos. La respuesta no era esa, sino su inconsciencia respecto a lo que podía o no sentir, acerca del mismo miedo que los años le han enseñado a tener que sentir siquiera algo por alguien. Actualmente sentía como si su alma estuviera tan congelada que no le permitía sentir el mínimo de calor. Y rehuía a las decepciones, a los desamores, a las lejanías y al tener que estar atado a alguien. Respiró hondo, y fue un largo lapso de silencio del cual fue protagonista, un tiempo que él no asimiló hasta que pudo regresar en sí. —No me preguntes eso. —articuló un tanto más en seco. Siempre había sido así y en ese aspecto no había logrado cambiar, quizás incluso había empeorado.

—En este preciso momento no te puedo responder algo así, Emma, porque realmente no sé cómo me siento. Sabes todo lo que ha pasado y el tiempo que nos ha aplastado. —tragó un poco de saliva para luego proseguir, sin perder el contacto visual: —Pero si estoy seguro que no me voy a alejar de ti tan fácil esta vez.