Camille N. Beaufort

Una joven normal, sencilla y tranquila. Dice que la vida es como una naranja, hay que exprimirla al máximo. Pero no de la forma que estás pensando, le gusta aprender todo aquello que le interesa, conocer a personas que puedan ofrecerle algo más que una conversación circunstancial, ver lugares con historia y con cultura. También le gusta divertirse como cualquier persona de su edad pero tampoco es de las que sale de fiesta todos los fines de semana, se emborracha hasta perder el control o acaba en una cama ajena. Tiene los pies muy plantados en el suelo y no desea cambiar su actitud.

Es amable, si necesitas un abrazo te lo dará, si necesitas que te escuche lo hará, pero no te equivoques, no es una santa madre que lo da todo para todos, si te lo mereces ahí estará, si no, simplemente deberás de buscar otro árbol al que arrimarte. Nadie en este mundo puede soportar malas palabras hacia su persona, tampoco pueden llorar las veinticuatro horas, todo se basa en un equilibrio que impone cada uno. Ella es fuerte, también sensible, pero no es nada tonta, puede ser confiada y entrometida en los asuntos ajenos, pero sabe donde está la línea que separa la intromisión y el respeto. Es una persona sumamente sutil, hay veces que ni te das cuenta de que está ahí, escuchando o introduciéndose en tu vida, también es complicado leerla entre líneas en algunos aspectos, puede ser por su inexperiencia en el tema o por el cuidado de sus palabras, pero tarde o temprano llegas a comprenderla.

Tiene mucho sentido del humor, no es difícil hacerla reír y suele entender diferentes humores, aunque de vez en cuando pueda tomarse a mal una broma que no entienda o que no le guste. Le gustan las personas reales, las que no se esconden bajo una coraza por temor a ser dañados, eso le parece una estupidez, al final todos sufrimos por algo o alguien. Tampoco tolera a aquellos que exhiben sus conquistas, su dinero o su poder social. Tampoco entiende a las personas que dedican todo su tiempo a la naturaleza, los que se paran a mirar de qué color es el cielo, el cielo es azul y eso lo sabemos todos. Admira y respeta a la gente que le habla mirándola a los ojos, son el espejo del alma y nunca mienten. La mentira, eso es algo que no tolera y tampoco pasa por alto, si lo haces una vez es suficiente.

Tiene una sonrisa que enamora y no lo dice ella, se lo dicen los que la ven, sin embargo cuando la sustituye por una mueca seria la cosa cambia. Tiene carácter y unos valores muy definidos. No teme responder a los ataques, ni esconderse de los problemas o discusiones, le gusta debatir y dar a conocer sus ideales, sus opiniones. Si no le gusta algo te lo dirá sin medir las consecuencias y rebatirá cualquier respuesta si no está de acuerdo. No grita y tampoco le gusta que le alcen la voz, ante todo es una persona civilizada con la que se puede tratar cualquier tema. En el caso de no llegar a un acuerdo, solucionar las diferencias o acabar con una mala relación, no optará por hacerte la vida imposible, ni hablar de ti con los demás, tan solo hará lo que ella cree que hace más daño, la indiferencia.

▲ Gustos:
- Viajar
- Los olores exóticos
- El café
- Los días soleados
- Los animales, sobre todo los perros
- La cultura

▲ Disgustos:
- La mentira
- Que no le miren a los ojos
- Los farsantes
- El olor a tabaco
- Los espacios cerrados

▲ Debilidades:
- Su familia, sus amigos, todos aquellos que signifiquen algo en su vida

▲ Fortalezas:
- Su sinceridad
- Sus ideales

▲ Manias:
- Toma tres cafés al día, uno detrás de cada comida
- Todas las noches coloca un vaso de agua antes de irse a dormir
- Estudia con música

▲ Fobias:
- Es claustrofóbica

Nació en Francia y es la pequeña de la familia. Tiene una hermana y un hermano que desde que nació la han protegido mucho, sobre todo el mediano. Se crió bajo un seno familiar unido y con grandes valores morales, el dinero nunca faltó pero tampoco sobró, por lo que Camille nunca vivió la amargura de no tener un plato en la mesa o un techo donde cobijarse, tampoco supo lo que era vivir con lujos y comodidades, pero tampoco lo envidió de algunas amigas que hizo en el colegio, ella era feliz con lo que tenía y no necesitaba más.

Desde siempre fue una buena alumna, nunca tuvo que vérselas en el despacho del director recibiendo un castigo por su comportamiento, tampoco fue mala estudiante, ni la mejor, era una niña que en las materias que le gustaban sacaba notas altas y en las que no sacaba un suficiente. No tuvo problemas para relacionarse con los demás niños, se la veía alguien con facilidad para hacer amigos y compartir con ellos los ratos libres, de hecho hay algunas amistades que tras los años todavía se mantienen vivas.

Tuvo su primer novio con quince años, pero como toda relación adolescente ésta duró unos pocos meses, sin embargo recuerda como si fuera ayer ese primer beso. En la época de instituto fue cuando se enamoró por primera vez y la relación se rompió cuando ella decidió irse a Inglaterra a estudiar la carrera, desde entonces ha estado soltera y no ha vuelto a saber nada más de aquel chico. El ingreso en Nightove fue uno de sus sueños cumplidos, quería salir de su país y empezar a ver mundo, conocer gente nueva y vivir esa experiencia que dicen que solo se vive en la universidad. Sin embargo, cuando llegó a Evesham se topó con la primera decisión a tomar, la fraternidad a la que pertenecería. Ella estaba en contra de esos grupos que se diferencian por la personalidad y que son etiquetados por un color, un símbolo o un lema, pero tenía que optar por una y por la que mejor se sintió identificada y creyó que encajaría bien, era la Nadmean.

▲ Familia:

• Padre: Emmanuel Beaufort
  
• Madre: Adéle Beaufort
  
• Hermano/as: Stelle Beaufort y Fred Beaufort
  
• Otros: