bienvenidos
Conectarse
Últimos temas
copyright
Skin diseñada por R. Lena Gallagher. Todo la historia, diseño gráfico e ideas que aquí se exponen pertenecen a la administración. Las imágenes han sido extraídas de sitios como deviantArt. Cualquier copia total o parcial del contenido aquí expuesto será denunciado a las plataformas correspondientes y se procederá de acuerdo al agravo.Sé original, no copies.
—werewolf ▌Ravenscroft.
2 participantes
Página 1 de 1.
—werewolf ▌Ravenscroft.
Nicholas Spencer Ravenscroft
NIKOLAJ COSTER-WALDAUDatos Personales
▲ Nombre Completo: Nicholas Spencer Ravenscroft.
▲ Edad: 35 años.
▲ Fecha & Lugar de Nacimiento: 1 de Marzo de 1978 | Liverpool, Inglaterra.
▲ Orientación Sexual: Heterosexual.
▲ Nacionalidad: Inglés.
▲ Ocupación: Profesor de Finanzas.
▲ Edad: 35 años.
▲ Fecha & Lugar de Nacimiento: 1 de Marzo de 1978 | Liverpool, Inglaterra.
▲ Orientación Sexual: Heterosexual.
▲ Nacionalidad: Inglés.
▲ Ocupación: Profesor de Finanzas.
Descripción Psicológica
Enmarañado, laberíntico. He ahí su primera esencia marcada en breves palabras. Chocante, engreído y burlón. Su carácter en sí no es difícil de tratar —pero si se levantó con el pie izquierdo, habrá que aguantar sus bufidos y malas caras—, él puede frecuentar con otros individuos con facilidad, con cualquier tipo de persona, casi nunca toma en cuenta el carácter del resto ya que no objeta en cómo el se comporte; sin embargo, fisgonea hasta comprender y desenvolverse de tal forma que llega a discernir cómo reaccionar o hablar dependiendo de quién sea su acompañante. Pero es testarudo, terco, llevado a su idea, siempre negará rotundamente la sola posibilidad de haber errado, perfeccionista hasta las últimas consecuencias, su trabajo es él y él es su trabajo, complementado siempre con la vida que lleva. Malhumorado, orgulloso, egoísta, posesivo y celoso; detesta la sola idea que a alguien se le ocurra tomar lo que es suyo. Es temperamental, pero intenta siempre no perder la paciencia, no pasar del límite de la cordura, manteniéndose a una raya imaginaria del juicio y la prudencia, sin cruzarse nunca de ésta. Las situaciones más de alguna vez han logrado huir de las manos, no obstante, rara vez se ve desesperado en ese tipo de temas, a no ser que afecten en algo más allá que a sí mismo; jamás teme que le dañen directamente a él, confía plenamente en sus capacidades como para tener el sólo y más mínimo índice de temor.
Analítico, deductivo y metódico; guarda hasta el más pequeño detalle en su disco duro y sin hacerlo parecer demasiado, le agrada observar en silencio a las figuras que le rodean, aunque siempre se mostrara poco preocupado del tema, como si quienes le ciñen fuesen ajenos a él, externos y de exigua importancia. Meditabundo, ecuánime, aséptico y calculador; características que utiliza especialmente en su empleo. Siempre está con su mente en algo, analizando cada centímetro que le rodea, planeando cualquier emboscada, trampa; jamás en blanco. Estudia la mente de los demás, añade cada día más conocimientos a su disco duro, tanto así que en toda su vida ha logrado conocer acerca de una infinidad de cosas, todo gracias a esa costumbre. Pero claro está, que la mayoría de todos sus conocimientos se basan en la experiencia de vida que ha logrado todo este tiempo. No suele cuestionar mucho las cosas, pero ha aprendido que el dudar es de sabios. Muy consciente de su imagen pública, le gusta —o más bien, ya se le ha hecho hábito— hablar correctamente, (eso si, con elocuencia moderada), mostrar una imagen impactante, (ya sea por elegancia o por ultramodernidad), y andar con paso altivo y orgulloso. Posee una gran capacidad para la actuación, le encanta además dramatizar todas las historias que cuenta, hasta las más sencillas, causando así todo tipo de sensaciones en aquellos que lo escuchan. Así, adquiere además una poderosa capacidad para convencer a los demás, o, como mínimo, de impresionarlos con sus palabras y hacerlos dudar.
A pesar de aquella personalidad severa, Nick es un hombre que sabe buscarle el sabor a la diversión, a la aventura y a la emoción expuesta en ambas cosas. Pareciera que nada en el mundo le sorprendiese, va de despreocupado por la vida sin recelo —inútil para él— echando, quien sabe, un par de chistes con su típico humor agrio y oscuro. Posee un sutil sarcasmo, es presumido, medianamente honesto —aunque en realidad, siempre ha vivido en las mentiras— lógico y sumamente vengativo. Le cuesta muchísimo tomar las cosas enserio, él más que nada juega con todo lo que se le cruce por delante y debido a lo mismo, ha tenido constantes problemas en su matrimonio.
Déspota en muchos aspectos, le agrada tener el liderazgo de las cosas, pero curiosamente también siempre ha preferido trabajar solo; le cuesta confiar en los demás, más aun cuando el tema monetario está de por medio, sabe como son los hombres a la hora que el dinero interfiere en sus vidas y algunos pueden enloquecer más que cualquier otro ser en la faz de la tierra. Quizás pueda negarlo numerosas veces, pero es un tenorio innato y le ha costado controlarlo; otra característica que difícilmente se puede desencajar de su descripción. No está demás que en sus ratos libres —o inclusive en las mismas horas de trabajo— decida coquetearle a cualquier fémina que considere digna de tales halagos, pero siempre sutil y sin parecer demasiado tosco en tales cumplidos, prefiere parecer un poco distante pero sin alejarse demasiado, buscando un término medio que logre captar la atención, o que al menos cumpla el objetivo merecido que desea: divertirle. Sus resultados han sido variables, tanto con éxito como con una fácil bofetada en el rostro. Sus defectos pueden ser tan amplios como sus virtudes y en momentos excesivamente negativos puede ser una persona arrogante, orgullosa y con muy mal genio. Es capaz de utilizar trucos y mentiras para desacreditar a sus enemigos. También puede adoptar ciertos aires de superioridad y prepotencia.
No transige la desobediencia ni la ignorancia, prácticamente no tolera nada ni a nadie. En sus clases es el hombre protagonista y con lo grave de su voz nadie más puede siquiera hablar, a penas y permite que respiren; ‘cuando hay que trabajar, el orden es primordial’ es severo, circunspecto; no permitirá que nadie le alce la voz, es inflexible y por supuesto, le gusta que sus alumnos sigan el mismo pie a la hora que ejerzan su trabajo. Una vez que entra al salón de clases no debe volar ni una sola mosca. Sus principios son inquebrantables por lo tanto nadie sacará sus ideas de la cabeza, cuestionen lo que cuestionen el tiene su seguridad plasmada en sus ideas. Sin embargo, es posible que más de alguna broma del momento pueda aprovechar para llamar la atención de los jóvenes, tiene métodos varios para alcanzar un buen nivel de educación y no se quedará atrás esperando como sus palabras queden por milagro dentro de los pequeños, huecos y poco usados cerebros.
▲ Gustos:
›› Libros de mitología o literatura antigua.
›› Disfruta del buen licor.
›› Las comidas con mucho picante.
›› También se deleita de la comida a las brasas y cualquier plato siempre muy caliente (exceptuando, obvio, si el plato debe servirse frío). Aunque a pesar de sus gustos heterogéneos, suele aceptar cualquier tipo de comida, incluso las más simples como la comida rápida, difícilmente rechazaría algo que le sirviesen. Por otro lado, admira a los buenos cocineros.
›› El calor junto a una fogata o chimenea, cual gato disfrutando de las llamas hogareñas.
›› La música; es un extraordinario pianista.
›› Suele interesarse por toda clase de cosas complejas (puzles y acertijos de toda índole).
›› Posee un gusto especial por las apuestas, sea cual sea el caso o la circunstancia de estas.
›› Saborea el Grunge y el Hard Rock.
▲ Disgustos:
›› Las opiniones sin fundamentos que lo sostengan; en sí, la gente que habla por hablar.
›› Le disgusta cualquier tipo de comida que provenga del fondo marino. (Ya sea pescado, moluscos, incluso algas)
›› No suele dormir bien por lo que levantarlo temprano en un asueto es suicidio.
›› El ladrido de los perros le parece sumamente irritable, más aún cuando son nocturnos y evitan que se pueda conciliar el sueño tranquilamente.
›› Se aburre con facilidad una vez que algo deja de entrañar complejidad para su mente.
›› Detesta las derrotas en todo sentido, odia perder y no cobrarse venganza.
▲ Debilidades:
›› Muy apegado a lo que son sus obligaciones, suele ser bastante estricto en ello sobrecargándose en todo lo que hace.
›› Es rencoroso hasta el límite pero no mancha su mente o manos en busca de venganza, suele creer en el karma y que todo cae por su propio peso.
›› Todo lo que respecte a manchar la memoria de su hermana le hace perder la cordura.
›› Su memoria suele guardar mucho más rápido las escenas desfavorecedoras.
▲ Fortalezas:
›› No mezcla la razón con el sentir, siempre ve todo por el lado razonable, lógico, estadístico.
›› Es muy juicioso y racional, será muy difícil verle perder los estribos.
›› Tiene una capacidad extraordinaria para retener información, así mismo su memoria es prácticamente fotográfica.
›› No se deja intimidar con facilidad.
▲ Manias:
›› Rasca su barbilla cada vez que se encuentra frente a una situación en la que debe mantenerse pensativo.
›› No puede cambiarse de ropa sin haber tomado un baño primero.
›› Siempre que conoce a alguien intenta identificar su nacionalidad dependiendo de su acento. No siempre acierta.
›› Acostumbra a sumar los números de las matrículas de los coches (y también los de las viviendas).
›› Sus cds de música están organizados alfabéticamente por autor, así mismo sus libros por género y autor.
›› Desmonta bolígrafos sólo para luego volver a armarlos.
▲ Fobias:
›› No tiene ninguna fobia diagnosticada, pero si se le observa con detenimiento puede notarse cuan temible le parece el fuego y cómo le cuesta reaccionar ante ese tipo de hogueras en tamaños colosales; prefiere evadir y no estar cerca de fogatas, por ejemplo.
Analítico, deductivo y metódico; guarda hasta el más pequeño detalle en su disco duro y sin hacerlo parecer demasiado, le agrada observar en silencio a las figuras que le rodean, aunque siempre se mostrara poco preocupado del tema, como si quienes le ciñen fuesen ajenos a él, externos y de exigua importancia. Meditabundo, ecuánime, aséptico y calculador; características que utiliza especialmente en su empleo. Siempre está con su mente en algo, analizando cada centímetro que le rodea, planeando cualquier emboscada, trampa; jamás en blanco. Estudia la mente de los demás, añade cada día más conocimientos a su disco duro, tanto así que en toda su vida ha logrado conocer acerca de una infinidad de cosas, todo gracias a esa costumbre. Pero claro está, que la mayoría de todos sus conocimientos se basan en la experiencia de vida que ha logrado todo este tiempo. No suele cuestionar mucho las cosas, pero ha aprendido que el dudar es de sabios. Muy consciente de su imagen pública, le gusta —o más bien, ya se le ha hecho hábito— hablar correctamente, (eso si, con elocuencia moderada), mostrar una imagen impactante, (ya sea por elegancia o por ultramodernidad), y andar con paso altivo y orgulloso. Posee una gran capacidad para la actuación, le encanta además dramatizar todas las historias que cuenta, hasta las más sencillas, causando así todo tipo de sensaciones en aquellos que lo escuchan. Así, adquiere además una poderosa capacidad para convencer a los demás, o, como mínimo, de impresionarlos con sus palabras y hacerlos dudar.
A pesar de aquella personalidad severa, Nick es un hombre que sabe buscarle el sabor a la diversión, a la aventura y a la emoción expuesta en ambas cosas. Pareciera que nada en el mundo le sorprendiese, va de despreocupado por la vida sin recelo —inútil para él— echando, quien sabe, un par de chistes con su típico humor agrio y oscuro. Posee un sutil sarcasmo, es presumido, medianamente honesto —aunque en realidad, siempre ha vivido en las mentiras— lógico y sumamente vengativo. Le cuesta muchísimo tomar las cosas enserio, él más que nada juega con todo lo que se le cruce por delante y debido a lo mismo, ha tenido constantes problemas en su matrimonio.
Déspota en muchos aspectos, le agrada tener el liderazgo de las cosas, pero curiosamente también siempre ha preferido trabajar solo; le cuesta confiar en los demás, más aun cuando el tema monetario está de por medio, sabe como son los hombres a la hora que el dinero interfiere en sus vidas y algunos pueden enloquecer más que cualquier otro ser en la faz de la tierra. Quizás pueda negarlo numerosas veces, pero es un tenorio innato y le ha costado controlarlo; otra característica que difícilmente se puede desencajar de su descripción. No está demás que en sus ratos libres —o inclusive en las mismas horas de trabajo— decida coquetearle a cualquier fémina que considere digna de tales halagos, pero siempre sutil y sin parecer demasiado tosco en tales cumplidos, prefiere parecer un poco distante pero sin alejarse demasiado, buscando un término medio que logre captar la atención, o que al menos cumpla el objetivo merecido que desea: divertirle. Sus resultados han sido variables, tanto con éxito como con una fácil bofetada en el rostro. Sus defectos pueden ser tan amplios como sus virtudes y en momentos excesivamente negativos puede ser una persona arrogante, orgullosa y con muy mal genio. Es capaz de utilizar trucos y mentiras para desacreditar a sus enemigos. También puede adoptar ciertos aires de superioridad y prepotencia.
No transige la desobediencia ni la ignorancia, prácticamente no tolera nada ni a nadie. En sus clases es el hombre protagonista y con lo grave de su voz nadie más puede siquiera hablar, a penas y permite que respiren; ‘cuando hay que trabajar, el orden es primordial’ es severo, circunspecto; no permitirá que nadie le alce la voz, es inflexible y por supuesto, le gusta que sus alumnos sigan el mismo pie a la hora que ejerzan su trabajo. Una vez que entra al salón de clases no debe volar ni una sola mosca. Sus principios son inquebrantables por lo tanto nadie sacará sus ideas de la cabeza, cuestionen lo que cuestionen el tiene su seguridad plasmada en sus ideas. Sin embargo, es posible que más de alguna broma del momento pueda aprovechar para llamar la atención de los jóvenes, tiene métodos varios para alcanzar un buen nivel de educación y no se quedará atrás esperando como sus palabras queden por milagro dentro de los pequeños, huecos y poco usados cerebros.
▲ Gustos:
›› Libros de mitología o literatura antigua.
›› Disfruta del buen licor.
›› Las comidas con mucho picante.
›› También se deleita de la comida a las brasas y cualquier plato siempre muy caliente (exceptuando, obvio, si el plato debe servirse frío). Aunque a pesar de sus gustos heterogéneos, suele aceptar cualquier tipo de comida, incluso las más simples como la comida rápida, difícilmente rechazaría algo que le sirviesen. Por otro lado, admira a los buenos cocineros.
›› El calor junto a una fogata o chimenea, cual gato disfrutando de las llamas hogareñas.
›› La música; es un extraordinario pianista.
›› Suele interesarse por toda clase de cosas complejas (puzles y acertijos de toda índole).
›› Posee un gusto especial por las apuestas, sea cual sea el caso o la circunstancia de estas.
›› Saborea el Grunge y el Hard Rock.
▲ Disgustos:
›› Las opiniones sin fundamentos que lo sostengan; en sí, la gente que habla por hablar.
›› Le disgusta cualquier tipo de comida que provenga del fondo marino. (Ya sea pescado, moluscos, incluso algas)
›› No suele dormir bien por lo que levantarlo temprano en un asueto es suicidio.
›› El ladrido de los perros le parece sumamente irritable, más aún cuando son nocturnos y evitan que se pueda conciliar el sueño tranquilamente.
›› Se aburre con facilidad una vez que algo deja de entrañar complejidad para su mente.
›› Detesta las derrotas en todo sentido, odia perder y no cobrarse venganza.
▲ Debilidades:
›› Muy apegado a lo que son sus obligaciones, suele ser bastante estricto en ello sobrecargándose en todo lo que hace.
›› Es rencoroso hasta el límite pero no mancha su mente o manos en busca de venganza, suele creer en el karma y que todo cae por su propio peso.
›› Todo lo que respecte a manchar la memoria de su hermana le hace perder la cordura.
›› Su memoria suele guardar mucho más rápido las escenas desfavorecedoras.
▲ Fortalezas:
›› No mezcla la razón con el sentir, siempre ve todo por el lado razonable, lógico, estadístico.
›› Es muy juicioso y racional, será muy difícil verle perder los estribos.
›› Tiene una capacidad extraordinaria para retener información, así mismo su memoria es prácticamente fotográfica.
›› No se deja intimidar con facilidad.
▲ Manias:
›› Rasca su barbilla cada vez que se encuentra frente a una situación en la que debe mantenerse pensativo.
›› No puede cambiarse de ropa sin haber tomado un baño primero.
›› Siempre que conoce a alguien intenta identificar su nacionalidad dependiendo de su acento. No siempre acierta.
›› Acostumbra a sumar los números de las matrículas de los coches (y también los de las viviendas).
›› Sus cds de música están organizados alfabéticamente por autor, así mismo sus libros por género y autor.
›› Desmonta bolígrafos sólo para luego volver a armarlos.
▲ Fobias:
›› No tiene ninguna fobia diagnosticada, pero si se le observa con detenimiento puede notarse cuan temible le parece el fuego y cómo le cuesta reaccionar ante ese tipo de hogueras en tamaños colosales; prefiere evadir y no estar cerca de fogatas, por ejemplo.
Historia
—¡Leelan! ¡Leelan!
El cálido calor de la hoguera era la única fuente de luz que cubría la habitación, salvo un candelabro a medio encender que adornaba en un costado sobre la escabrosa muralla de concreto y sostenida de yeso. Las figuras masculinas que se encontraban en la inmensa soledad de la oscuridad se deleitaron de un whisky añejo; la etiqueta de la marca había sido rasgada, por lo que la identidad de éste resultaba dudosa, e inclusive engañosa.
—Háblame sobre lo que sucedió aquella noche. —Leander rompió el silencio que los atormentaba y sus palabras pudieron inclusive provocar un sutil eco en las paredes.
—Los psicólogos no pueden atender a familiares, hermano. Abstente de entrometerte en esto.
—No lo veas como una consulta de esa índole. Necesitas hablar con alguien. —finalizó y sin notarlo —o quizá teniendo plena certeza de ello— hizo mella en la consciencia del rubio, quien sostenía con cuidado el vaso de whisky sobre su siniestra. ¿Cuánto tiempo había pasado? Meses, tan sólo meses desde esa tragedia que le había tenido pendiendo de un hilo desde entonces. Su erguido caminar se había vuelto tambaleante y su cabeza no dejaba de procesar idealizadas situaciones que hubiesen provocado que todo hubiese acabado de un modo diferente. Pero el tiempo no iba a retroceder ni aunque él lo anhelara. No quería comenzar a escavar en lo sucedido, pero si no lo hacía posiblemente iba a consumirle desde lo más profundo.
—A ti parece no importarte. —musitó bajando su mirada hasta el fuego vehemente que brillaba con esa luz propia y amenazadora, le provocaba cierto escalofrío verle tan directamente.
—Sabes que Leelan jamás fue considerada mi hermana. Tú fuiste quien decidió adoptarla y luego te largaste a quien sabe donde. —sabía dónde era, pero no valía la pena mencionarlo. —Junto con Mercier.
—Por favor, no metas a Mercier en esto, que no tiene nada que ver; ella se marchó hace un año, ni siquiera debe de estar enterada de lo sucedido.
—Entonces prosigamos desde el principio, ¿Quién era Leelan y qué fue todo lo que ocurrió esa noche? Por favor, no me vengas con que no eres mi paciente, sólo quiero que sea con lujo y detalles. —fue severo y se negó a recibir una respuesta negativa acerca del tema. Leander no iba a dejar que su hermano pasase más tiempo con aquella información bombeando sangre oscura a su circulación, porque todos sabían que era un veneno que lo consumía de a poco y no podía guardarlo para toda la vida. Sí, le preocupaba, a pesar que fuese tan distante podía demostrar que sí le importaba el rubio, a pesar de todo.
La garganta del rubio sabía amargo, tanto así que le resultaba dificultoso tragar saliva cada cierto tiempo y debía remojar su voz con la ayuda del whisky que parecía desaparecer más rápido de lo normal del contenedor que sostenía entre sus dedos. —Leelan. —repitió con la mirada perdida en las llamas anaranjadas que consumían la madera recién cortada. —Adopté a Leelan como mi hermana, no mi hija. Su edad bordaba los diecisiete años y, bueno, había perdido a su familia hace poco, no la podía dejar sola. Era hija de un amigo, la conocía desde niña y no me costó que se acoplara a mis hábitos, siempre tuvimos un cariño fraternal. —bebió un largo sorbo de whisky y dejó que su brazo cayera por el borde del sillón que le sostenía. Carraspeó. —Tengo rencor con los Ravenscroft, lo sabes, ¿Verdad? —su hermano asintió con la cabeza, pero se negó a objetar o hacer un comentario al respecto por temor a cortar las palabras del decano, así que prefirió guardar sus palabras, ya tendría un momento oportuno donde utilizarlas. —Lo que han hecho... nos ha afectado demasiado, a mi y a tu hijo. Y no somos culpables de ello. —aclaró su garganta y frunció el ceño, molesto con muchas cosas pero incapaz de enumerarlas todas y poder alzarlas a su viva voz. Hizo una larga pausa que nadie se interpuso a finalizar, no al menos hasta que Spence se decidió a continuar, Leander creyó que no sucedería nunca.
—Aquella noche... nos encontrábamos en la sala, era algo muy parecido a esto; el calor de las llamas de la chimenea, oscuridad y un, en ese momento, Martini en mis manos. Ella no bebía, pero estaba divertida con su cigarrillo; me había contado su progreso en el día y cómo iba con su carrera. Era de las mejores alumnas que había en su clase, razón número uno para enorgullecerme. —dejó su vaso al lado, ya vacío en su totalidad y sólo dejando que los hielos chocasen entre ellos en su sumida soledad. —...Entraron a robar, o eso creí. No fueron nada cautelosos a la hora de ingresar a la casa. Imagínate, de un momento a otro hubo un pánico terrible, más aun cuando uno de los sujetos se encargó de sujetar a Leelan y apuntar con un revólver su sien. —masculló. Su diestra se elevó hasta su frente, dejándola descansar allí. —Me pidieron dinero, pero se negaron a recibirlo luego. Porque no era lo que querían, su verdadero fin era llamar la atención, ¿No es así? Qué mejor forma de hacerlo que creando un escándalo y qué mejor escándalo que... un incendio. —Frunció el ceño y retiró su mano, observando a Leander. —Sí, porque ellos fueron los que lo iniciaron, no fue accidental, fue premeditado. No pude reaccionar lo suficientemente rápido cuando la casa comenzó a incendiarse, golpeé a unos cuantos pero no fue suficiente para hacerlos caer; eran demasiados. Uno cogió a Leelan y otro me sacó de allí. Sí, me salvé, pero sólo logré hacerlo escuchando los gritos de dolor de ella mientras se consumía en el fuego junto a la residencia. —Alzó la mirada al techo, algo perdido con ese recuerdo. —Honestamente, hubiera preferido ser yo quien se hubiese quedado dentro.
Leander lo sabía, pero los detalles le hacían suponer una idea diferente de lo sucedido, al igual de cómo se encontraba mentalmente Spencer luego de ello. No podía hablar sobre el tema, es como si él se lo impidiera porque realmente no quería actuar como el psicólogo que era, sino como un confidente que tuviese, alguien que fuera capaz de escuchar sus lamentos a pesar que el los camuflase con rencor. —Luego te fuiste a Evesham a probar suerte, necesitabas un cambio y es por ello que estás de profesor en esa tan prestigiosa universidad... ¿Nightove se llamaba? Mi hijo está allí, estoy seguro que es un buen lugar.
—...Quizás no lo sea tanto.
▲ Familia:
---
El cálido calor de la hoguera era la única fuente de luz que cubría la habitación, salvo un candelabro a medio encender que adornaba en un costado sobre la escabrosa muralla de concreto y sostenida de yeso. Las figuras masculinas que se encontraban en la inmensa soledad de la oscuridad se deleitaron de un whisky añejo; la etiqueta de la marca había sido rasgada, por lo que la identidad de éste resultaba dudosa, e inclusive engañosa.
—Háblame sobre lo que sucedió aquella noche. —Leander rompió el silencio que los atormentaba y sus palabras pudieron inclusive provocar un sutil eco en las paredes.
—Los psicólogos no pueden atender a familiares, hermano. Abstente de entrometerte en esto.
—No lo veas como una consulta de esa índole. Necesitas hablar con alguien. —finalizó y sin notarlo —o quizá teniendo plena certeza de ello— hizo mella en la consciencia del rubio, quien sostenía con cuidado el vaso de whisky sobre su siniestra. ¿Cuánto tiempo había pasado? Meses, tan sólo meses desde esa tragedia que le había tenido pendiendo de un hilo desde entonces. Su erguido caminar se había vuelto tambaleante y su cabeza no dejaba de procesar idealizadas situaciones que hubiesen provocado que todo hubiese acabado de un modo diferente. Pero el tiempo no iba a retroceder ni aunque él lo anhelara. No quería comenzar a escavar en lo sucedido, pero si no lo hacía posiblemente iba a consumirle desde lo más profundo.
—A ti parece no importarte. —musitó bajando su mirada hasta el fuego vehemente que brillaba con esa luz propia y amenazadora, le provocaba cierto escalofrío verle tan directamente.
—Sabes que Leelan jamás fue considerada mi hermana. Tú fuiste quien decidió adoptarla y luego te largaste a quien sabe donde. —sabía dónde era, pero no valía la pena mencionarlo. —Junto con Mercier.
—Por favor, no metas a Mercier en esto, que no tiene nada que ver; ella se marchó hace un año, ni siquiera debe de estar enterada de lo sucedido.
—Entonces prosigamos desde el principio, ¿Quién era Leelan y qué fue todo lo que ocurrió esa noche? Por favor, no me vengas con que no eres mi paciente, sólo quiero que sea con lujo y detalles. —fue severo y se negó a recibir una respuesta negativa acerca del tema. Leander no iba a dejar que su hermano pasase más tiempo con aquella información bombeando sangre oscura a su circulación, porque todos sabían que era un veneno que lo consumía de a poco y no podía guardarlo para toda la vida. Sí, le preocupaba, a pesar que fuese tan distante podía demostrar que sí le importaba el rubio, a pesar de todo.
La garganta del rubio sabía amargo, tanto así que le resultaba dificultoso tragar saliva cada cierto tiempo y debía remojar su voz con la ayuda del whisky que parecía desaparecer más rápido de lo normal del contenedor que sostenía entre sus dedos. —Leelan. —repitió con la mirada perdida en las llamas anaranjadas que consumían la madera recién cortada. —Adopté a Leelan como mi hermana, no mi hija. Su edad bordaba los diecisiete años y, bueno, había perdido a su familia hace poco, no la podía dejar sola. Era hija de un amigo, la conocía desde niña y no me costó que se acoplara a mis hábitos, siempre tuvimos un cariño fraternal. —bebió un largo sorbo de whisky y dejó que su brazo cayera por el borde del sillón que le sostenía. Carraspeó. —Tengo rencor con los Ravenscroft, lo sabes, ¿Verdad? —su hermano asintió con la cabeza, pero se negó a objetar o hacer un comentario al respecto por temor a cortar las palabras del decano, así que prefirió guardar sus palabras, ya tendría un momento oportuno donde utilizarlas. —Lo que han hecho... nos ha afectado demasiado, a mi y a tu hijo. Y no somos culpables de ello. —aclaró su garganta y frunció el ceño, molesto con muchas cosas pero incapaz de enumerarlas todas y poder alzarlas a su viva voz. Hizo una larga pausa que nadie se interpuso a finalizar, no al menos hasta que Spence se decidió a continuar, Leander creyó que no sucedería nunca.
—Aquella noche... nos encontrábamos en la sala, era algo muy parecido a esto; el calor de las llamas de la chimenea, oscuridad y un, en ese momento, Martini en mis manos. Ella no bebía, pero estaba divertida con su cigarrillo; me había contado su progreso en el día y cómo iba con su carrera. Era de las mejores alumnas que había en su clase, razón número uno para enorgullecerme. —dejó su vaso al lado, ya vacío en su totalidad y sólo dejando que los hielos chocasen entre ellos en su sumida soledad. —...Entraron a robar, o eso creí. No fueron nada cautelosos a la hora de ingresar a la casa. Imagínate, de un momento a otro hubo un pánico terrible, más aun cuando uno de los sujetos se encargó de sujetar a Leelan y apuntar con un revólver su sien. —masculló. Su diestra se elevó hasta su frente, dejándola descansar allí. —Me pidieron dinero, pero se negaron a recibirlo luego. Porque no era lo que querían, su verdadero fin era llamar la atención, ¿No es así? Qué mejor forma de hacerlo que creando un escándalo y qué mejor escándalo que... un incendio. —Frunció el ceño y retiró su mano, observando a Leander. —Sí, porque ellos fueron los que lo iniciaron, no fue accidental, fue premeditado. No pude reaccionar lo suficientemente rápido cuando la casa comenzó a incendiarse, golpeé a unos cuantos pero no fue suficiente para hacerlos caer; eran demasiados. Uno cogió a Leelan y otro me sacó de allí. Sí, me salvé, pero sólo logré hacerlo escuchando los gritos de dolor de ella mientras se consumía en el fuego junto a la residencia. —Alzó la mirada al techo, algo perdido con ese recuerdo. —Honestamente, hubiera preferido ser yo quien se hubiese quedado dentro.
Leander lo sabía, pero los detalles le hacían suponer una idea diferente de lo sucedido, al igual de cómo se encontraba mentalmente Spencer luego de ello. No podía hablar sobre el tema, es como si él se lo impidiera porque realmente no quería actuar como el psicólogo que era, sino como un confidente que tuviese, alguien que fuera capaz de escuchar sus lamentos a pesar que el los camuflase con rencor. —Luego te fuiste a Evesham a probar suerte, necesitabas un cambio y es por ello que estás de profesor en esa tan prestigiosa universidad... ¿Nightove se llamaba? Mi hijo está allí, estoy seguro que es un buen lugar.
—...Quizás no lo sea tanto.
▲ Familia:
- Esposa: Mercier Grenouille.
- Padre: Alexander Ravenscroft.
- Madre: Helene Cox.
- Hermanos: Leander Ravenscroft, Leelan Ravenscroft.
- Sobrino: Dexter Ravenscroft.
Datos Adicionales
▲ Es ambidiestro.
▲ Pasa gran parte del tiempo ejercitando su cuerpo, le gusta mantenerse bien para no tener problemas en lo que son sus actividades motoras y agilidad. Cuando era más joven practicaba Rugby, actualmente se conforma con el Kick Boxing.
▲ Además de ser profesor de Finanzas, Spencer ha trabajado como economista en diversas empresas.
▲ Tiene una relativa buena relación con su sobrino Dexter, ambos han sufrido los estragos que los negocios de la familia Ravenscroft han dejado, volviéndose víctimas del mal que le aqueja.
▲ Cuando las cosas van por mal rumbo se encierra en la sala a tocar piano, imperturbablemente.
▲ Se involucra en peleas clandestinas, una curiosa forma que tiene para quitarse el estrés.
▲ Debido a lo anterior es bastante común verle magullado de vez en cuando, sin embargo, tiene una privilegiada cicatrización.
▲ Su acento francés es áspero y remarcado.
▲ Es conocedor de muchos idiomas pero no se jacta de ello, es más, tan sólo se ha preocupado de estudiarlos para así alcanzar más literatura, sin perder los detalles que ocasionan los errores en las traducciones de editoriales.
▲ Viajero empedernido, cuan maravilloso considera recorrer diversos espacios del mundo.
▲ Pasa gran parte del tiempo ejercitando su cuerpo, le gusta mantenerse bien para no tener problemas en lo que son sus actividades motoras y agilidad. Cuando era más joven practicaba Rugby, actualmente se conforma con el Kick Boxing.
▲ Además de ser profesor de Finanzas, Spencer ha trabajado como economista en diversas empresas.
▲ Tiene una relativa buena relación con su sobrino Dexter, ambos han sufrido los estragos que los negocios de la familia Ravenscroft han dejado, volviéndose víctimas del mal que le aqueja.
▲ Cuando las cosas van por mal rumbo se encierra en la sala a tocar piano, imperturbablemente.
▲ Se involucra en peleas clandestinas, una curiosa forma que tiene para quitarse el estrés.
▲ Debido a lo anterior es bastante común verle magullado de vez en cuando, sin embargo, tiene una privilegiada cicatrización.
▲ Su acento francés es áspero y remarcado.
▲ Es conocedor de muchos idiomas pero no se jacta de ello, es más, tan sólo se ha preocupado de estudiarlos para así alcanzar más literatura, sin perder los detalles que ocasionan los errores en las traducciones de editoriales.
▲ Viajero empedernido, cuan maravilloso considera recorrer diversos espacios del mundo.
Última edición por Nicholas S. Ravenscroft el Lun Jul 08, 2013 12:08 am, editado 6 veces
Invitado- Invitado
Re: —werewolf ▌Ravenscroft.
Ficha en curso
Postea una vez hayas terminado (:
R. Lena Gallagher• Líder Bithaen • - × Edad : 33
× Mensajes : 1266
× Fecha de inscripción : 27/01/2013
Re: —werewolf ▌Ravenscroft.
Finalizada.
¿Podrían cambiar el nombre a "N. Spencer Ravenscroft"? Desde ya, muchas gracias.
¿Podrían cambiar el nombre a "N. Spencer Ravenscroft"? Desde ya, muchas gracias.
Invitado- Invitado
Re: —werewolf ▌Ravenscroft.
Ficha aceptada
¡Bienvenido al foro! diviértete, pásala bien, no dudes en consultar si tienes algún problema y claro no te olvides de rolear. Esperamos que tu estancia en Nightove sea agradable.
William H. Sparks• Líder Besten • - × Edad : 34
× Mensajes : 1272
× Fecha de inscripción : 11/12/2012
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Mar Sep 02, 2014 9:51 pm por Invitado
» Homenum Revelio {Af. Normal} {Predeterminados libres}
Lun Jul 28, 2014 2:06 pm por Invitado
» Four Districts |Apertura| Normal
Lun Mayo 05, 2014 6:15 pm por Invitado
» Cambio de botón de B. Element.
Jue Mayo 01, 2014 1:06 pm por Invitado
» O.W. [Foro RPG Naruto/Inuyasha/Saint Seiya] normal
Sáb Abr 26, 2014 3:34 pm por Invitado
» The Coven's Conjuring [Brujería, Voodoo, Cazadores] - [AHS : Coven AU] - Cambió de Botón [New Skin] - Elite
Sáb Abr 12, 2014 8:43 pm por Invitado
» University of Cambridgre +18 # NUEVO -Normal
Miér Abr 09, 2014 10:04 am por Invitado
» Memento Mori RPG (tumblr promocional reapertura)
Miér Mar 26, 2014 8:50 am por Invitado
» You Just Have To Survive { Vampiros RPG } ▌ Afiliación Elite
Lun Mar 03, 2014 12:40 pm por Invitado