Brandon F. Allen

De un año a otro es difícil considerar que tanta similitud existe entre el Brandon que existió de niño y él que es ahora. En su momento siempre fue un chico muy antisocial que disfrutaba de pasar sólo el tiempo con su hermana menor, sin importar lo que otros pudieran decir. Tocar música era su pasión, escucharla y vivir de ella parecía que sería el negocio de su vida, sin embargo, conforme fue creciendo y desarrollando sus propias ideologías, todos esos sueños de adolescente comenzaron a fallecer a cargo de la razón de sus objetivos. Brandon en la actualidad continua siendo un soñador y un enamoradizo empedernido, pero que no se deja llevar por impulsos y que rara vez se abre completamente a alguien que no sea extremadamente allegado a él. Es difícil verlo sonreír por la nada, más si suele hacerlo por cortesía aunque sin ninguna gracia.

Respetuoso en todos sus sentidos, amable y cálido a la hora de tratar a la mujeres y ácido con los hombres. Es un defensor de los derechos de la mujer, aunque es muy pocas a las que admira. Considera que ahora ya ni siquiera la mujer es capaz de admirarse a ella misma, ni considerar su manera de hablar y expresarse, adaptando actitudes en muchos sentidos machistas que las han llevado a dejar de ser respetadas, siendo tomadas en cuenta, pero de la manera menos apropiada, perdiendo la decencia al venderse por deseos banales tal cual un hombre lo hiciera.

Será difícil verlo enfadarse con una mujer, siempre paciente y tratando de hacerles ver lo importante que son para este mundo, animando su autoestima e incitándolas a jamás dejarse llevar por las decepciones. Pero con los hombres suele ser por completo diferente, tendiendo siempre a culparlos por las desgracias de otros, estando siempre a la defensiva y sólo interesándose en relacionarse con los que realmente valgan la pena.

No es de los que se dejan llevar por sus impulsos, más tampoco es siempre tan reacio como algunos llegan a considerarlo, después de todo, su adolescencia siempre fue relajada y él solía perderse en sus hobbies y pasiones, algo que, aunque se ha ido enterrando con el tiempo, continua latente en su interior. Sigue siendo un gran amante de la música, por lo cual no sería extraño verlo tarareando alguna melodía nueva o vieja, así como estar escuchando con sus audífonos mientras viaja de un lado a otro.

En resumen, Brandon es un chico misterioso que, aunque siente mucho, expresa poco. Amante de las mujeres en el buen y sano sentido de la palabra, así como de las artes, algo de lo que le cuesta hablar con cualquier persona, quizás por el recuerdo constante de extrañar a su hermana menor y sus ataques de impulsividad ante esos temas, ella quién es la única persona que podría describirlo mejor de lo que él es capaz y a quien más quiere en este mundo.

▲ Gustos: Arte, literatura, mujeres, movimientos feministas, videojuegos, tocar el bajo, la música new wave y post-punk; la ingeniería, fumar, beber, hablar de filosofía, su hermana.
▲ Disgustos: El machismo, las mujeres que no se respetan así mismas, las vulgaridades, el constante uso de las palabras antisonantes, las mentiras, su padre.
▲ Debilidades: Sus emociones encontradas, es demasiado romántico y dulce cuando se lo propone.
▲ Fortalezas: Su hermana Katherine. La música.
▲ Manias: Distraerse con facilidad.
▲ Fobias: La altura y todo lo que tenga que ver con ello.

Hijo de Paul Allen Jr y Maureen McLeod, Brandon nació un templado 28 de agosto de 1990, en el hospital general de Grangemouth, Escocia. En aquel entonces la familia gozaba de una estabilidad económica media y, ya con su primer hijo en puerta, la familia Allen había comenzado a invertir en el peculiar negocio de los Collies de competición para mejorar su estatus social, que era algo que siempre le había interesado a Paul, más no en el aspecto de llevarlo a una obsesión.

Conforme pasaban los años, las oportunidades para los tres miembros se iban abriendo en escala, por lo que Brandon nunca se vio en la necesidad de requerir más de lo que ya le daban; nunca faltándole algo, como tampoco sobrándole nada. Fue así que, el año en el que cumpliera los cuatro años, llegó el segundo y último miembro de la familia. Una bodoque de tres kilos y expresivos luceros a la que llamaron Katherine. Desde el primer momento ambos fueron muy unidos, o al menos así le pareció al moreno durante mucho tiempo; siempre cuidando de su pequeña hermana, viendo por sus necesidades e intentando inculcarle lo que él ya le llevaba ganado de camino. Pero desde muy pequeña, Fern -como él solía llamarle-, marcó con rapidez sus afinaciones y no requirió en demasía su apoyo a lo largo de su crecimiento.

Pero siempre hubo una brecha que los llevó a unirse. La música. No importaba que tanto hicieran, la música era algo que los hermanos no podían ignorar o dejar de lado, siempre sumidos en sus bandas favoritas, hablando de esto y el otro cada que tenían la oportunidad, acabando por formar una banda de garaje que les consumía sus tiempos libres después de la escuela o los deberes. Y aunque el talento nato provenía sólo de él, Brandon nunca se permitió alejarse de ella y de compartir esos momentos a su lado.

Eran momento felices que marcaron gran parte de su vida; el tiempo que pasaba junto a su hermana y la convivencia con las constantes visitas de sus tías, que al final lo llevaron a generar un feminismo revolucionario en su interior, respetando en gran medida a las mujeres y despreciando el comportamiento machista y mediocre de los que se hacían llamar hombres. Y al final, fue esta conducta la que definió el grupo de amigos, relaciones y gustos que identificaron a Brandon, y que a la larga lo distanciaron un poco de su hermana, eso y el detalle de saber que la diferencia de edad influida después de todo.

Cuando Brandon entro a la preparatoria ya apenas tenía tiempo pasa pasarlo con Fern, ocupado en los deberes y los exámenes de selección para la universidad, haciéndose la cabeza tratando de encontrar la carrera justa para sus habilidades. Fue en ese momento cuando su hermana expresara sus sentimientos por otra mujer y llegara a cargar con el descontento de sus padres, recibiendo el poco apoyo de Brandon, que no veía para nada erradas sus preferencias sexuales, las cuales sentía que él las había animado.
Finalmente, los dieciocho llegaron y los unidos hermanos se separaron. Brandon decidió dejar la música y centrarse en su futuro, en sus estudios y sus objetivos realistas. Con el apoyo del negocio familiar, logró irse a Inglaterra a estudiar Aeronáutica y Astronáutica, a una de las pocas universidades de Gran Bretaña que la impartían, en Nigthove en la ciudad de Evesham. Ahí el tiempo paso tranquilamente y sin grandes distracciones, aun cuando la universidad contaba con fraternidades y eso siempre significaba  perder el control. Por cuatro años se dedicó en su totalidad a su carrera y no resalto demasiado, tan sólo contando con su reducido grupo de amigos para pasar el rato, y yendo de vez en cuando a casa para pasar las festividades.

Antes de que pudiera considerarlo, ya se encontraba haciendo su tesis de titulación, y planeaba comenzar un diplomado que proporcionaba la universidad, momento en el que recibía la noticia de que su hermana comenzaría los estudios en Nightove, sabiendo exactamente en qué facultad ingresaría. La noticia le había animado y esperaba que eso permitiera volver a unirlos una vez más.

▲ Familia:

• Padre: Paul Allen Jr.
  
• Madre: Maureen Mc Leod
  
• Hermano/as: Katherine F. Allen
  
• Otros: