Brendan N. Sheperd

Describir a la perfección las dos facetas de Brendan puede resultar imposible y, sobretodo, extraño, pero una vez se ha explicado, todo cobra un sentido mínimo que no te hace pensar en dos personas distintas, sino en tan solo una que está mal de la cabeza. Brendan, por un lado, es un chico típico. Es simpático, divertido, algo infantil, despreocupado, prepotente. A chulo no le gana nadie, y a derrochador -hablando en el ámbito económico- muchísimo menos. Le encanta divertirse, pasarlo bien. La fiesta, la música, el alcohol y el sexo no faltan en sus fines de semana. A primera vista es un chico más, uno de esos pequeños cabrones que se divierte tonteando con las chicas de su edad -o un poco más pequeñas- y jodiendo la existencia de aquellos a los que no muestran demasiado interés hacia él. Rebelde como nadie. No soporta las normas y tiene claro que si no aceptó las de su casa cuando era un crío de quince años, mucho menos va a aceptar las actuales porque estén en un libro escritas. Aun así sabe controlarse, pues la apariencia lo es todo. Odia derrochar el tiempo, la monotonía y aburrirse, por lo que vive cada minuto como si fuese el último. Sociable, hace amistad con una facilidad impresionante, aunque de ello a una amistad sincera, sin secretos y todo ese rollo de "Best friends forever" no llega con tanta facilidad. De hecho no cree tener un amigo suficientemente cercano para ello. Impulsivo, extrovertido, pícaro... Le encanta jugar. ¿Acaso tiene algo de malo? También cabe mencionar esa faceta manipuladora para lograr su objetivo o, sobretodo, agresiva. Sí, no duda un segundo en utilizar la violencia con cualquiera que le toque un poco las narices. ¿Para qué discutir, si puedes pelear? Por último, irresponsable. Reniega de ese estúpido trabajo que su padre le ha dejado y para el cual pretendía que estudiase cuatro años de derecho. Se niega a ello y, de un modo u otro, es una de las razones por las que ya vive solo.

Bien, ahora que hemos llegado hasta aquí, olvidemos todo lo dicho anteriormente. No es mentira, en ningún momento se ha explicado algo que no sea Brendan, pero es mejor separarlo completamente de lo que viene a continuación. Conozcamos a otro Brendan. Un chico calmado, responsable, atento, centrado, con unos objetivos claros y una ambición sobrenatural. Brendan en el momento en que coge un pincel se vuelve de ese modo. Se transforma completamente cuando está haciendo algo que realmente le gusta -que en este caso, es pintar-, así que eso es casi lo único que puede conseguir que la parte que a todos gustan de Brendan salga a la luz, y digo casi lo único porque lo otro que puede conseguirlo son sus hermanas. Tal vez se sienta algo estúpido cuando se trata de ellas, pero es con las únicas que es incapaz de actuar como un capullo. A pesar de ser el pequeño, se siente protector y muy atento respecto a ellas, es algo casi innato. Tal vez se deba a lo mal que sabe que lo pasó Hope a causa de su padre... Tal vez se sienta en deuda con ella, de algún modo.

Por ende, el chico es difícil de entender, ya que parece que viven dos personas completamente diferentes en un mismo cuerpo. Dos mundos, dos almas que comparten cuerpo por pereza a no buscar a un otro. La intersección de estas dos personalidades solo acaba en que nos encontramos con un chico con un grave problema de doble personalidad y, en común, tan solo tenemos esa insensibilidad frente al amor y la amistad pura. Ya sea por miedo -el primero- o asco -el segundo-. Brendan se ve incapaz de querer demasiado a alguien como para enamorarse o como para tener una amistad y confianza ciegas hacia él. Por desgracia, el primer Brendan está empezando a necesitar espacio del segundo y, de ese modo, si pasa mucho tiempo sin pintar, empieza a ponerse nervioso, a volverse profundamente agresivo y, más de una vez, ha acabado pagándola con quien no debe. No es una mala persona, simplemente está como una jodida cabra.

▲ Gustos: El café y el arte son sus principales drogas.
▲ Disgustos: La carne y la avellana.
▲ Debilidades: Sus hermanastras y, posiblemente, enamorarse.
▲ Fortalezas: Su ambición.
▲ Manias: Frotarse la nuca o mordisquearse las uñas.
▲ Fobias: Morir. Aracnofobia.

Casi 20 otoños. Nacido el 30 de octubre de 1993 en Londres, Inglaterra. Ya a temprana edad su afición por el arte sobrepasó a cualquier otra cosa. Desde pequeño sabía que se iba a dedicar al arte, a la pintura más concretamente, pese a que su padre pensase firmemente que aquello era una tontería sin importancia, que acabaría estudiando derecho, como él. Siempre fue un niño de papá, mimado y consentido, a diferencia de sus hermanas, a las que no veía demasiado pero con las que tenía una buena relación. Era demasiado joven cuando se enteró de lo que su padre le hacía a la hija de su madre cada vez que tenía la oportunidad. Las violaciones se convirtieron en las pesadillas de cada noche del chico. Su padre, a sabiendas de que el joven lo sabía, le dejó bien claro que si su madre se enteraba de aquello, pasaría algo terrible. La amenaza fue suficiente como para que el chico no se atreviese a decir nada, pues le atemorizaba lo que su padre podía llegar a hacer. Este es el principal motivo por el que aún se siente en deuda con su hermanastra.

Pero tuvo que vivir con ello y aguantar una serie de situaciones muy desagradables con su progenitor. Para colmo, a los diecisiete años fue cuando finalmente aceptó que no le atraían solo las mujeres, cosa que su padre se tomó bastante peor que mal. La falta de aceptación por parte de su padre además de una falta de cariño por la parte materna hicieron que la situación familiar empeorase drásticamente. Brendan se convirtió en el chico que es ahora, frío y alejado, y nadie hizo nada por evitar ese cambio en la personalidad del joven. Fue poco después de que su hermanastra se fuese que decidió empezar una nueva vida lejos de una familia que no era más que puro veneno para él. Y, obviamente, la buscó y la encontró.

Consiguió matricularse en Nightove con un dinero que no era suyo -sino de su padre- e incluso alquiló un estudio, amplio y luminoso, con suficientes comodidades como para dormir y pintar en el mismo sitio. Vive a base de becas, pues su inteligencia es digna de admiración y sus calificaciones bastante envidiables, y a pesar de que ya no es el crío mimado que era antes, su vida está cambiando para bien, no se arrepiente nada y trata de recuperar un tiempo perdido, aunque el camino sea bastante difícil y trágico.

▲ Familia:

• Padre: Christian Sheperd. Abogado. Su relación no es buena en absoluto. Brendan puede mostrarse de un modo cordial con su padre, mas sabe lo que hizo y le guarda muchísimo rencor. Además, cabe añadir que la sexualidad de su hijo nunca fue algo que enorgulleciese a Christian.
  
• Madre: Celine Braegan. Bailarina. A pesar de que su relación es mejor con su madre, Brendan la guarda cierto rencor porque no creyó a Hope y, de un modo u otro, su relación se ha erosionado muchísimo.
  
• Hermano/as: Hope y Calliope Wadlow. Hermanastras. Las hijas del anterior marido de Celine, a quien él no conoció. Su relación es óptima con ambas y han conseguido un cariño fraternal bastante difícil en ese tipo de situaciones.
  
• Otros: -
  
  

▲ Tiene una gata como mascota de la que difícilmente se separa. Es vegetariano.