Arabellla's ID.

Solo tienes que mirarla para tener una ligera intuición de lo que pretende ser. Ojeras notorias gracias al maquillaje, mirada penetrante y azulada, pelo desigual y poco común... Entre otros, podemos decir que es estrafalaria. ¿Bohemia? ¿Caótica? Eso es porque todavía no la conoces bien, pero sí, se le pueden atribuir dichos adjetivos. Arabella tiene los pies en el suelo, pero su mente deambula por un mundo completamente distinto al suyo, siendo en él la reina, la mejor, la indiscutible líder del cotarro. Se le considera visceral, nada empática, intensa. ¿A qué se debe esto? Educación. Una de las muchas que le faltan a la rubia por culpa de la influencia que tuvo desde un principio la ruptura entre sus padres y la consecutiva muerte de su madre por abandono. Es el símbolo de la fuerza que siempre trata de contrarrestar el poder del papel de su padre en la familia, que por cierto no es que de muchos frutos. Está acostumbrada a vivir de pena, a pesar de estar situada en un estatus social y económico envidiable en los tiempos que corren. Es contestona, provocadora, sin embargo agradecida ante la ayuda que le ofrecen sus más cercanos. Desgraciada a tal punto que si le diera un infarto no le importaría. Es valiente, sabe afrontar los hechos ya sea mordiéndose la lengua o bajando la mirada al suelo, pero tiene claro que algún día estallará. Es muy... grunge. Pasa de la existencia de la vida, simplemente hay algo más importante que eso: despedazar cabezas. Obtener poder. Pactaría su alma con el diablo para llegar a ser famosa y así dar polémica, una de sus características ya nombradas anteriormente. Tampoco cree en el amor, piensa que es una gilipollez como una casa, al igual que sus fiestas y relativos. ¡Qué vivan el poder de los peces gordos comerciantes, nos van a arruinar dejándonos sin el puto sueldo de tres meses! Y hasta aquí tendríamos un resumen exhaustivo de su manera de vivir, para nada genial, pero ni mucho menos pésima. Simplemente, soy yo misma.

▲ Gustos: La música. Rock & Roll de los 50, Punk de los 70, Glam de los 80 e Indie del S. XXI. Las artes en general, ya sea la danza, el cine de carácter independiente y de misterio y la lectura, ante todo de autores de la posguerra de sucesión americana. Tiene a James Joyce en un pedestal.
▲ Disgustos: La hipocresía, la falta de sinceridad y de escrúpulos, el regaliz, los dulces de fábrica, los tíos empalagosos y faltos de originalidad, y un largo etcétera viniendo de Arabella.
▲ Debilidades: Los tatuajes, los piercings faciales, los chicos pelirrojos de cuerpo escuálido, los guturales, el chocolate puro y la ropa hecha con seda.
▲ Fortalezas: Sabe tocar la guitarra eléctrica y el organillo. Además, sabe actuar muy bien delante de su padre para salirse con la suya.
▲ Manias: Se muerde las uñas, respira muy fuerte y odia irremediablemente sus pies.  
▲ Fobias: No tiene.

Arabella nació en Londres una bonita mañana de febrero de 1993. ¡Precisamente coincidía con San Valentín! Qué bonita época, sí señor. La familia Mills estaba encantada de recibir a su primogénita, de grandes ojos azules y mejillas exageradas. Ambos miembros estaban fascinados por lo que había llegado al mundo, y a partir de ese momento sabían que nunca se separarían, pasara lo que pasara. Arabella era su vínculo.

Pero no. Toda palabra fue en vano. A los tres años de edad, Rhine, la madre de Arabella, escapó ante las manazas de su marido. Otro de los muchos casos de violencia doméstica y de género pero esta vez afectando a aquel núcleo familiar. Lo peor vino cuando de los nervios y tras coger el coche, la madre sufrió un brutal accidente de tráfico, siendo arrollada por un tráiler de conservas. Arabella nunca supo con certeza cómo murió, pero tampoco querían que lo supiera. Tampoco su hermano, que había nacido meses antes de que ocurriera toda la catástrofe. Así que su padre tuvo que encargarse sin más remedio de sus dos vástagos. Nada salió bien, puesto que su instinto violento nunca abandonó aquel corpulento cuerpo. Al pasar los años de colegio y sus numerosos actos de bullying hacia su persona, descubrió que la vida no se iba a solucionar sola mirando todo el rato a un arco iris, entonces se dignó a dar a conocer a su amiga, Madame Puño. Fue expulsada hasta su ingreso a un colegio nuevo, donde cursó sus años de secundaria.

Llevaba más libertad. Era ella la que se compraba las compresas, y eso os sirve de algo. Sí, la pubertad la tuvo que afrontar ella, con un par de ovarios, sin la ayuda de nadie. Se mostró autodidacta mientras su padre marchaba todas las noches a beber como un cosaco; entonces esta cuidaba de su hermano, Ryan, la única persona a la que ha ofrecido cariño y protección puesto que no quiere que acabe como ella. Por otro lado, supo ahorrar ante una considerable base económica por la labor de su padre en una empresa de microinformática y una grandísima herencia por parte de sus abuelos. Se graduó al fin, pasando al mismo tiempo todo lo malo de la adolescencia: primer contacto con el alcohol y las drogas, la primera vez, las orgías detrás de los baños de la discoteca... lo típico. Y sin comerlo ni beberlo, fue informada de una universidad llamada Nightove, por lo que no tardó en pensárselo si aquello conllevaba un traslado. Y así fue. A pesar de su gran amor hacia la música, se decantó por las artes escénicas, y actualmente está en proceso de ser una gran actriz ganadora del BAFTA.

Veinte años han pasado, la vida sigue y con ella, Arabella.

▲ Familia:

• Padre: Donald Easter Mills.
  
• Madre: Rhine Margaret Howard. -fallecida-
  
• Hermano/as: Ryan Theodore Mills.
  
• Otros: Nanai.
  
  

▲ Nada más por el momento. :3