Natalie C. Streubel

¡RUMBA!, ¡hasta que nos caiga la noche!. Sí, Nat es esa chiquilla pelirroja que no puede estar quieta, que se agobia cuando esta más de cinco segundos sentada, la que habla por los codos. La cabeza hueca, la cabeza de chorlito. Deseas tenerla cerca, y al mismo tiempo rezas porque tenga un botón de desconectar. Imprevisible, con una capacidad de concentración nula. Siempre implantando sonrisas en rostros ajenos. Ella es de ese tipo de persona encariñas nada más conocerla. Salta, corre, baila, canta y hace el pinto, ¿a cuántas personas conoces capaz de hacerlo al mismo tiempo?, ¿eh?. Sonrisa permanente, risa continua. Primero actúa, luego piensa, y después, pide perdón. La compañía perfecta, el incordió personal. Es la persona a la que jamás harías caso pero es a la primera que pides consejo. La que no sabe mentir, la que tartamudea cuando está nerviosa, y se vuelve más roja que un tomate. La artista, la creativa, el pincel y la música son su vida.

La orgullosa, la respondona, la infantil. La distraída, la alocada, la que es capaz de ayudar a cualquier persona, incapaz de guardar rencor a nadie. La que odia pasar desapercibida, y al mismo se conforma con sentirse parte de algo. La indecisa, la que no sabe lo que quiere, la que cambia de idea cada cinco segundos. La que no soporta los silencios incómodos. A la que pondrías una manzana en la boca para no escuchar su chillona voz y al menos por un segundo disfrutar del silencio que tanto echas de menos. La sinvergüenza, la peleona, la luchadora, siempre metía en líos de los que raramente puede salir por ella misma. La celosa de cualquier cosa o persona que amenace su felicidad o la de sus amigos. La que no sabe que es el espacio personal, y te agobia solo mirarla. La que se ríe por que sí. La que no sabe lo que quiere. La que aún duerme con la puerta entre abierta por si aparece el coco. La que protesta cuando la despiertan temprano y gimotea porque no quiere salir de la cama. La inexperta, la impaciente, la ruidosa. La incomprendida, la cara dura. La persona a la que abrazar y consigue deshacer cualquier mal. La que vive en un mundo perfecto que nadie ve. La mete patas, la bocazas. La que no capta las indirectas hasta que se choca de frente contra ellas. La directa, la que es tan transparente como un cristal recién limpiado. La que se lía con sus propias palabras.

Tan optimista que raya hasta la tontería, siempre ve el lado bueno de todo, aun que no lo haya. La rebelde, ansiosa de libertad, de crecer. La que piensa que sabe hacer todo, pero en realidad no sabe hacer ni una “O” con un canuto. Puede que sea un trozo de pan, pero no te equivoques, a veces quema. Pocos la han visto realmente enfadada, pero saca los dientes por proteger a su familia y amigos.

▲ Gustos:
- Pintar: pintar es algo que la apasiona más que cualquier cosa. Y según los pocos que han visto sus trabajos no lo hace tan mal.
- Pocos lo saben pero sabe cantar, no le da importancia pero si quisiese podría ganarse la vida con ello, de todas formas no lo ve como forma de vida.
- Tocar la guitarra, aprendió de desde pequeña, y nunca se ha separado de ella.
- Las noches oscuras, donde se pueden ver fácilmente las estrellas tintinear, y solo pasar el rato.
- Dormir, si, dormir hasta largas horas del día, sin que nada ni nadie, la moleste.
- Viajar, adora viajar, pero por desgracia apenas lo hace.

▲ Disgustos:
- La hipocresía, la falsedad, las mentiras, odia a la gente que intenta aparentar lo que no es, las personas que dicen cosas que en realidad ni si quiera piensan.
- Las injusticias, puede que ni te conozca pero te ayudara si piensa que es una causa justa, y que tienes razón.
- Llorar, si llora prefiere estar sola, no quiere tener público a su alrededor.
- No conseguir lo que quiere o que no la hagan caso cuando ordena algo, eso consigue hacerla enrabietar.

▲ Debilidades:
- Su familia, su hermano, sus padres, Lilah. Todos ellos son su talón de Aquiles, daría su vida por ellos sin dudarlo.

▲ Fortalezas:
- Suele ser bastante entretenida, como una feria comprimida en un metro sesenta de altura.
- Es una persona leal, comprensiva. Alguien en quien puedes confiar, y que una vez que te conviertes en alguien importante para ella, te transformas en su prioridad.

▲ Manias:
- Tiene poca paciencia, suele mover su pierna derecha en un constate vaivén.
- Cuando se aburre, tararear, silbar, alguna canción que se le haya quedado en la cabeza.

▲ Fobias:
- Los insectos, bichos o cualquier cosa parecida, los odia, cada vez que ve uno no puedo evitar lanzar un grito e intentar pisarlos.

Pues nada, la verdad es que la vida de Nat hasta ahora no ha sido nada del otro mundo. Pelirroja que nunca llego a encajar del todo en un mundo lleno de consumismo, pero que nunca fue un motivo para estar triste, siempre creando en su mente un lugar lleno de fantasías. Siempre tuvo muchos pájaros en la cabeza, y por desgracia no ha madurado desde entonces. Recuerda sus primeros años de vida con un sentimiento lleno de alegría, añora las despreocupaciones que abundaban en aquella época, cual mayor responsabilidad era elegir entre la plastilina roja o rosa.

Los años de secundaria y bachillerato, la ayudaron a descubrir que no lo suyo no eran los estudios. Distraída y desconcentrada, esa era siempre opinión de los profesores respecto a ella, y por mucho que sus padres se esforzaron porque se centrará y tomará las riendas de su vida, no tuvieron existo. Durante mucho tiempo estuvo acomplejada por las notas, era incapaz de pasarse horas sentada con un libro delante, no conseguía pasar de la primera página. Cuando, a duras penas, pudo sacarse el graduado, respiro tranquila, todo había acabado, pero no fue así, la presión de unos padres preocupados por el futuro incierto de hija hicieron meya en ella y fue “obligada” a ir a la universidad, en cierto modo no fue lo peor que le podía haber pasado ya que tras mucho insistir, llorar y patalear, dejaron que pudiese elegir la facultad de bella artes.

Ahora tras mucho rogar ha conseguido que su hermano le deje quedarse el verano antes de empezar la universidad en su casa. En muchos aspectos llegan a chocar, aunque se quieran con locura, no sabe que le deparará esta convivencia.

▲ Familia:

• Jhon Streubel: el cabeza de familia, responsable de que hubiese pan siempre en la mesa, ese era Jhon, comprometido, fuerte y decidido. Muy centrado en su trabajo, incluso llegando a interponerse ante su familia. Su relación, era y es, la que suele tener un padre con su única hija, es decir, era su ojito derecho, su princesa consentida. Siempre alegre y dulce.
  
• Nancy Dickenson: la principal palabra que podría definirla es sobreprotectora, la principal teoría de Nat es que si no hubiese estado encerrada en un vaso de cristal no habría tenido tantas ansias de libertad, de ver mundo, pero a pesar de todo ha sido una madre ejemplar, amable, cariñosa, buena persona.
  
• Evan A. Streubel: como buen hermano que es mantiene una relación de amor-odio perpetuo, claro que le quiere, pero a veces le saca tanto de sus casillas que no dudaría ni un segundo, si tuviese la oportunidad, de tirarle por las escaleras. Llega a ser tan irritante, y a la vez tan achuchable.
  
• Lilah Streubel: ¡es un bicho!, su continua sonrisa, si ha tenido un mal día solo le basta con ver su linda cara para que todos sus males desaparezcan. Es su compañera de travesuras, la niña de sus ojos, su consentida, su princesita. No entiende como algo tan mono ha podido salir de su hermano.
  
  

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