× Elections party || Trama Global

Recuerdo del primer mensaje :



La nobleza de los verdes, la dulzura de las rosas, la vanidad morada, el espíritu de los azules, la pasión de los naranjas y la certeza de los rojos. Cualidades y características de cada una de las fraternidades, hermandades legendarias que han sobrevivido a través de los años en la universidad, los últimos círculos que permanecen desde la fundación de Nightove. Todos con un lema, una identidad, un idealismo que les une y les mantiene en pie cada vez más fuertes. No existen dudas del porque han perpetuado en la historia de Nightove. Mas este legado no continuaría sino fuese por los líderes, cada uno elegido minuciosamente con el fin de asegurarse que mantendrán la integridad de la fraternidad y que personifican su espíritu y esencia. Es por esto, que la elección y nombramiento de los mismos se ha convertido más que en una tradición, una celebración, un ritual.

La fiesta más esperada de año, una tradición de Nightove, por fin, había llegado. Una ocasión única donde todas las fraternidades; Reaben, Swaney, Nadmean, Bithaen, Besten y Rebeal, se reunían por un solo motivo, despedir un reinado y darle la bienvenida al siguiente. El salón de eventos fue reservado para dicha fecha, no había gran decoración más que un par de pancartas alusivas a las fraternidades y la principal colgada a la entrada que anunciaba la entrega de llaves a los nuevos líderes de las fraternidades, las mesas habían sido distribuidas a los costados del salón dejando el espacio suficiente en el centro del mismo para situar la pista de baile, una pequeña tarima se dispone al lado de la mesa del DJ para anunciar a los nuevos cabecillas de la universidad. La iluminación es escasa, el lugar se torna visible ante las luces multicolores del DJ y un par de lámparas encendidas. Altas cantidades de alcohol, ponche y drogas pasadas por debajo de las mesas habían causado efecto en los estudiantes que acompañados por el estruendoso equipo de sonido habían disparado el ambiente fiestero entre ellos.

Faltan quince minutos para la media noche, pronto los líderes de fraternidad subirán a la tarima a dar un par de palabras de despedida y a anunciar a sus sucesores y entregarles las llaves de cada universidad como símbolo de liderazgo. La expectativa se genera y se torna densa en el ambiente, se les ve inquieto a un par de nominados, el resto permanecen tranquilos. El salón se mantiene cálido a pesar del frío cortante del exterior, La música golpea contra las paredes de manera estruendosa, la mayoría de los presentes se encuentran de pie, ya sea dándose lote contra las paredes, o chocándose al bailar apretujados en la pista. Cada quién hace de las suyas, las barreras se rompen por una noche, las reglas se disuelven, una noche para perderse, una noche para festejar hasta el amanecer. Pero te sorprenderás, aquí nada nunca es lo que aparenta.



× Todos son bienvenidos a la fiesta sin importar sin pertenecen o no a alguna fraternidad.
× El mínimo de líneas por post es 10 y el máximo 25, queremos hacer esta trama lo más ágil y dinámica posible.
× No hay orden de turno mientras que esperes dos o tres turnos después de tu post antes de volver a contestar para no monopolizar el tema.
× Por cuestiones de agilidad y estética, quedan prohibidas las tablillas de rol.
× Pedimos que únicamente en su primer post coloquen al comienzo, su nombre, el orden en que han posteado y su fraternidad, por ejemplo: “Joanne Marlow, #1, Bithaen.” Este sistema tiene como fin un sorteo que se hará para tomar participación en un suceso dentro de la trama.
× La logia intervendrá en algún momento de la trama, los afectados serán elegidos al azar -por el sistema mencionado anteriormente- por lo cual queremos recordarles que absolutamente todos aquellos que posteen corren el riesgo de ser atacados.
× Sin más roleen mucho y esperamos que se diviertan (:

Ella solo fue una degustación del plato principal, la evidencia de lo que somos capaces, el indicio de nuestros fines. Los látigos rojizos de ella tan solo, Pero la noche es joven Nightove, apenas comienza y nosotros estamos más que dispuestos a jugar.

Entre gritos, susurros, chismorreos y llantos nos infiltramos. Como sombras en la noche se han escabullido entre la densa muchedumbre, silenciosos, expectantes al momento adecuado. El primero, fue el joven de cabellos oscuros, aquel que bebía sentado contra el árbol, imperturbable ante los sucesos de aquella noche; fue golpeado en la cabeza y perdió la consciencia. La siguiente fue el pez que mordió el anzuelo; la rubia cuyos ojos reflejaban desdicha, aquella que anunció el asesinato que ahora se sentaba en las mesas del salón, solitaria, acongojada en medio de su melancolía; a ella le hemos cubierto los labios y sujetado de manos y pies, fue arrastrada en medio de la oscuridad, nadie logró escuchar sus gritos en la penumbra. Nos fuimos por los grandes, los líderes de la fraternidad azul y verde; él tuvo que ser arrastrado en silencio fue llamado inocentemente por uno de los nuestros, acudió fielmente y fue allí acarreado con los demás. Ella Ella por el contrario fue descaradamente alejada del grupo por uno de nosotros luego de dejarla inconsciente con cloroformo. Sin embargo no nos contentamos, faltan más ingredientes para la receta; él de las marcas profundas, el imperturbable ahora nombrado segundo entre los suyos; la italiana que sollozaba, sus mejillas no perdieron el color aún cuando fue arrebatada de los brazos de su compañero y por último; la impostora,cuya presencia es tan insignificante que nadie llegó a notar su ausencia.

Esto no es más que una nueva entretención para nosotros. La apertura del telón manchado de sangre desde épocas remotas. Todos y cada uno de los infortunados elegidos tenían su razón de ser, su motivo que volvía parte del juego a cada uno de los peones en el tablero desde el inicio. Se filtra en los altavoces una voz profunda y distorsionada que cuenta lo siguiente:

"Ustedes, que prometen ser las mejores víctimas que hemos tenido a lo largo de la historia, están en deuda con nosotros. Por desgracia, la abundancia de sueños se paga con un número creciente de pesadillas. Recen porque aquellos cuyo pellejo está en nuestra posesión no terminen del mismo modo que la pobre Molly, aunque en realidad estaríamos haciéndoles un favor. ¿Acaso no luce hermosa bajo ese mantel? Ese enmarcado carmesí brillante sobre el blanco cristalino de la nieve."

Se apagan los altavoces, la voz perece, en el mural de la entrada del salón se ven palabras. Dibujadas en tinta carmesí, la misma que fue derramada por aquella muchacha, se leen las letras desdibujadas, cohesionan, se entreveren, cobran sentido y se forma una oración. “Habrá sangre.” El pánico se torna tan espeso que es palpable en el aire. Su temor, tan fino y exquisito se convierte paladeable. No prometemos un retorno para aquellos que fueron tomados.

OFF: Los secuestrados son aquellos que ganaron el sorteo de la trama, los ganadores son: Tyler Ostergaard, Kendall Gallow, Liam Diermissen, Aleister Crowley, Chiara D’Ascolli, Drew Winterbourough y Raina Whitmore. Le hemos enviado mps a cada uno de ustedes, por favor estén pendientes.

Fue el momento en que se quedó quieta, lágrimas se escapaban ocasionalmente de sus ojos, ni se molestaba en limpiarlas. Aún en llanto permanecía callada, de vez en cuando tenía que parar y tomar una profunda respiración. Su pecho se oprimía de manera irregular, respiraba muy débilmente, el oxígeno le fallaba y comenzaba a marearse. Alguien se acercó con sigilo, reconoció a Jude ocultó su rostro en el hombro de su amigo antes de ver cómo Kendall cubría a Molly con un mantel, escuchó varias voces, órdenes, su nombre estaba presente en muchos de ellos, agradeció que no la tocaran, que la dejaran quieta o probablemente perdería la poca tranquilidad que había logrado mantener. Asintió sin saber a qué accedía, solo escuchaba palabras débiles, los intentos de sus amigos por encontrar soluciones a lo que ocurría y luego negó, sin quererse ir deseando al tiempo estar muy lejos del cadáver de Molly, de las personas, de la nube de susurros, de las órdenes, quería estar tan lejos como podía de todo lo que estuviera relacionado con la logia.

-Llév…-Pero no acababa allí, su diálogo hacia Jude se vio cortado por aquella aterradora voz que irrumpía en los altavoces. Abrazó a Jude por reflejo, estaba asustada, como nunca lo había estado en su vida. Se sentía frágil, desprotejida, a la deriva, no tenía la más mínima idea de quién demonios estaba haciendo aquello. Sus manos estrujaron la camiseta del castaño entre sus dedos ¿más? ¿más personas? Alcanzó a ver el mensaje de la pared, su estómago se volcó en asco, soltó a Jude, un par de arcadas, sentía la bilis quemándole el esófago, mas no vomitó. Sostuvo su estómago con sus manos, ella no podía más, fuera lo fuera, no quería saber más. Dio media vuelta a todo aquello y obligó a sus piernas débiles a obedecerle, debía irse de allí, cuanto antes mejor.

Veía como todos pasaban a su alrededor, escuchaba las voces de muchos hablando al mismo tiempo, una punzada en la cien amenazando con convertirse en algo más, respiró profundo y el frío invernal pasó rasposo por sus vías respiratorias, su mirada fija ne la nada y a la vez en todo, y sólo sentía ese horrendo frío y el paisaje gris era la panorámica de todo, el único color estaba allí abajo, bañado de rojo sangre, el sólo recordar quien era la figura principal de todo esto le desgarraba por dentro. Se aferró a la calidez y firmeza de la delicada mano de su prima, no había más nada que hacer sólo esperar.

Y justo cuando quiso pensar que todo esto pasaría rápido, una voz tétrica sonó por los altavoces, frunció el ceño y con evidente molestia alzó su mirada filosa hasta uno de los parlantes, como si con eso lograría que toda esa pesadilla acabara, sin embargo, ese presentimiento de que todo no terminaba allí le invadió, soltó la mano de Olivia y se movió frenética buscando a las personas cercanas a ella, Kendall, hacía poco había estado junto a ella, ¿dónde se había metido?, Raina, hacía mucho que había perdido contacto visual con ella, Liam... —¿Dónde están Kendall y Raina?— preguntó en voz alta pero moderada mientras revolvía su cabello, oh no! las palabras de la logia resonaron en su mente "ustedes, prometen ser las mejores víctimas.." "Recen porque aquellos cuyo pellejo está en nuestra posesión", estaba desesperada y se movía por todos lados buscando a esos rostros familiares y luego aquella pared con una clara amenaza —¡¿Alguien más falta?!— levantó la voz más alto, desesperado, pero controlado —¡¿Ya llamaron a la policía?!— si, todo se estaba complicando, y un frío helado recorrió el interior de su cuerpo, tal parecía que no solo se habían conformado con matar a una inocente, y sólo tuvo un nombre a todo aquel malestar que tenía, terror.

Todo estaba nublado, aquella horrible escena estaba difuminada como cuando la oscuridad no te deja ver, pero esta neblina no solo no la dejaba ver, tampoco la dejaba pensar con claridad, ni siquiera podía aceptar el hecho de que su amiga estuviera tendida en el suelo en un charco con su propia sangre, sin vida, sin luz. Los cuchicheos resonaban en sus oídos sin lograr entender bien lo que se decía, pero no hacía falta, ella sabía que todos preguntaban lo mismo.

Cuando su prima soltó su mano volvió a la realidad, pero no podía dejar de mirar aquellos ojos abiertos que no decían nada. Sabía que no sería lo correcto, que no debía de tocar nada, pero le daba igual, todos sabían quiénes eran los responsables de tal atrocidad, por eso colocó las manos sobre los párpados de la pelirroja y con un movimiento lento los cerró para siempre. Respiró hondo y se puso en pie al escuchar aquella voz que salía de los altavoces, aquella voz que nunca olvidaría y que cada vez que pensara en ella el terror inundaría su cuerpo. Unos minutos más tarde, vio como la policía hacía acto de presencia en el lugar, vio cómo se llevaban a su amiga en una bolsa sobre una camilla de ambulancia, pero la noche no acababa ahí, estaban los desaparecidos y un interminable interrogatorio que haría de esto un infierno aún peor. Todo había cambiado, ni ella ni sus amigas serían las mismas a partir de ahora, porque siempre faltará aquella loca de pelos rojos y cuerpo tatuado que las hacía reír hasta llorar.

Al parecer Bonnie conocía a la chica, la protegía para que nadie se acercara a ella, para que nadie la mirara. Un corro de personas rodeaban al cuerpo y miraban curiosas de quien se trataba, lo que ponía a sus amigas mucho más furiosas por como se comportaban los mirones. Pero yo a pesar de tener la vista puesta en ella, no veía a la pelirroja, seguía con los recuerdos dolorosos que amenazaban a mi subconsciente. La morena me recordaba a mí, yo tampoco podía separarme del cuerpo inmóvil de mi madre; pero a diferencia ella sí respiraba. Con dificultad, pero lo hacía. Gracias a Dios Chiara no tardó en sacarme de mis pensamientos, rodeándome e inundando su cabeza en mi hombro desconsolada. Lo que le faltaba, pobre pequeñaja. Besé su pelo y la abracé con fuerza, acariciando su espalda para que se relajara un poco.

Y fue en ese momento cuando divisé a Emma, la chica del bar, dando órdenes. Un chico moreno se acercó a Bonnie para sacarla de ahí, seguro que sería un trabajo duro, no es tan difícil separarse de alguien tan importante en estos momentos. En un intento de ayudar solté el abrazo de Chiara y la obligué a mirarme– Tranquila pequeña –musité, no tenía voz para más. Corté el recorrido de sus lágrimas con los pulgares y le sonreí para darle algo de tranquilidad.Observé como dos personas ya estaban llamando a la policía y me limité a ayudar a las chicas que gritaban desesperadas por algo más de espacio, ahuyentando a los mirones que seguían embobados con al cuerpo. No sabía como reaccionar, no conocía a la chica del pelo en llamas pero mi mejor amiga sí, eso era motivo más que suficiente para ayudar a los demás con el problema. Me volví hacia Chiara cuando escuché las sirenas de la policía y le di un corto pero acogedor abrazo– Ya están aquí… –alguien me empujó casi tirándome al suelo y cuando intenté buscar al culpable no vi a nadie. Ni a Chiara. Esto no me gustaba ni un pelo. No deberíamos haber venido, mierda. La cabeza me daba vueltas mientras recorría el salón con la mirada, pero no había ni rastro de la morena. Otra pelirroja, esta de un rojo más apagado que la chica muerta, empezó a gritarme. Estaba agobiado, que me chillaran solo empeoraría mi estado de shock– ¡No me grites, joder! ¿Crees que me hace gracia no encontrarla? ¡Mierda, mierda, mierda! ¡Chiara! –alzaba tanto la voz que me rasgaba la garganta. Me separé de la chica que taladraba mi cabeza con sus gritos y salí del salón abriendo cada puerta y corriendo hacia Dios sabe dónde. No conocía esta maldita universidad y mi mejor amiga no podía andar muy lejos.

Off: Me he pasado un poquitín, lo sientooo.